The Giver II - En Busca del azul, de Lois Lowry

Nora tienen dificultad para andar, la ha tenido siempre. Tuvo suerte de no ser descartada en una sociedad en la que se elimina a los débiles o defectuosos.

Cuando su madre muere, se queda sola, y con su casa reducida a cenizas, Nora se dedica a intentar reconstruirla y a su huerto hasta que es expulsada por una manada de mujeres carroñeras. Pero para su sorpresa, cuando todo le parece perdido, le ofrecen una habitación, comida, y la posibilidad de desarrollar su don.

Por supuesto, por su don le han dado cobijo y esas comodidades pero descubre que no quieren más que utilizarla.

En general me ha parecido que En busca del azul supera en varios aspectos a la primera parte de la trilogía, El dador de recuerdos. En primer lugar los personajes. No sólo Nora, con su carácter variable, unas veces débil y otra con una personalidad arrolladora, sino también su amiguito Mat, o Mati “El más feroz de los feroces” que demuestra una gran tenacidad y sinceridad.

Al igual que el El dador de recuerdos, la sociedad no es muy tolerante ni liberal, pero sí mucho más abierta, lo que añade carácter a los demás personajes, además de aparecer más lugares y sociedades completamente diferentes. Lois Lowry muestra a la perfección la diferencia entre los dos pueblos que se muestran, además de la naturaleza de los personajes.

Como en toda sociedad ideal, hay corrupción, y ésta, además de mostrarse en hechos ocultos y sospechosos, en la actitud de algunos personajes, y en las acciones de los mejor posicionados, se descubre, junto a la traición en los pilares que la sustentan.

El ritmo de los sucesos, como en las primera parte, es bastante activo, y en este sentido mantiene el ritmo, además de estar escrito de una manera limpia y directa, lo que hace sentir aún más empatía con los personajes, además de permitir una lectura rápida, pero no por ello despreocupada.

Gracias a Everest